Reseña: Trilogía Cuentos de Bereth

¡Hola a todos!

Hoy os traigo una reseña muy especial. ¿Y por qué es especial? Porque no es la reseña de un libro... ¡Sino de tres! Su autor es, además, español: su nombre es Javier Ruescas Sánchez (Madrid, 1987). Un gran escritor al cual, a pesar de su juventud, le espera un brillante futuro. Voy a haceros un resumen de la trilogía con la menor cantidad de spoilers posibles.

Título: Encantamiento de luna

Autor: Javier Ruescas Sánchez

Editorial: Versátil

Páginas:432

Precio: 18 euros

Título: La maldición de las musas

Autor: Javier Ruescas Sánchez

Editorial: Versátil

Páginas: 448

Precio: 18.90 euros

Título:Los Versos del Destino

Autor: Javier Ruescas Sánchez

Editorial: Versátil

Páginas: 444

Precio: 18.90 euros

Érase una vez una trilogía. Una trilogía que narraba una historia con elementos de cuentos de hadas, esas narraciones infantiles que escuchábamos cuando éramos pequeños, y que nos hacían soñar con mundos fantásticos. Nos presentaba el Continente, un mundo regido por unas Musas que inspiraban las Poesías de sus reyes, dictaminando su futuro. El centro de atención era Bereth, un reino donde el medievo convivía en armonía con la electricidad, gobernado por la bondadosa y enfermiza reina Ariadne, que tenía dos hijos, Adhárel y Dimitri. Mientras el primero era bondadoso y valiente, el segundo era envidioso y egoísta. Pero Adhárel, el primogénito, ocultaba un terrible secreto, y es que cada noche se convertía en dragón. Mas, una joven doncella de armas tomar, Duna Azuladea, se enamoró de él y decidió ayudarlo, no sin antes luchar contra Belmont, el reino vecino.

Para combatir su maldición, Duna y Adhárel surcaron todo el Continente en busca de una solución, conociendo a variopintos personajes, también malditos. El más importante de ellos era Wilhem, el príncipe más joven de Salmat, maldecido con la transformación en cuervo, que iba efectuando su metamorfosis poco a poco. Todas sus hermanas habían fallecido, salvando a las gemelas Firela y Kalendra, ahora, dos crueles asesinas que iban tras la pista de su sobrina, la auténtica heredera, Lysell. Y una de sus mejores amigas, Cinthia, cayó prisionera del Flautista de Hamel, siendo encerrada en una montaña del reino junto con otros niños. Mientras la guerra se avecinaba, y Dimitri reunía a su ejército en Manseralda, tras haberse desposado con su reina. La maldición de Adhárel fue retirada temporalmente, a espera de la guerra.

Entretanto, Lysell, que vivía con los némades, era una niña de unos trece años, cuyo mejor amigo era Vekka, a la cual, un hombre extraño había convertido en sentomentalista. Su don implicaba que nadie podía mentirle. Un día, llegaron sus tíos, Firela y Wilhem, en su búsqueda, cada uno con propósitos diferentes, cosa que ella averiguó más tarde. Mientras la guerra acechaba en el Continente, y todo podía acabar bien o mal...

Y aquí termina la sinopsis, pues no pienso soltar más prenda, no vaya a ser que os chafe las novelas. Es una buena historia, no sólo por la fantasía que despliega el autor, sino porque muestra una evolución desde la primera novela hasta la última. Yo no soy de esa clase de personas que, sólo porque ven errores en la escritura, tiran la toalla; no, a mí me gusta ver sus fallos, pues sé que irán evolucionando. Y eso ha demostrado Javier.

La primera novela tenía una escritura de lo más simple, con frases sencillas y una historia bastante normal, con apenas alusiones a los cuentos de hadas, pero, a partir del segundo libro, todo eso cambia, y nos muestra un universo rico en fantasía y aventuras, dos géneros que para mí son imprescindibles. Entre los diversos cuentos que encontraremos, habrá guiños desde la Cenicienta a Rapunzel, pasando por El flautista de Hamelín o El gato con botas, incluyendo otros de una manera tan sutil que a veces habrá que pensar en qué cuento lo has leído.

Magnífica trilogía, en dos palabras. Por lo tanto, he de inclinarme ante este futuro gran autor y darle la siguiente....

Puntuación: 5 sobre 5

Y colorín y colorado, esta reseña se ha acabado.